Living With Polio


Underventilation

New breathing problems in aging polio survivors can be insidious and often not recognized by either polio survivors or health care professionals. Individuals who used an iron lung, or barely escaped one, during the acute phase should be aware of potential problems to avoid underventilation and possible respiratory failure. Those survivors who did not need ventilatory assistance during the acute phase, especially those who had high spinal polio and who have upper body weakness and/or diaphragm weakness, may also be at risk.

Underventilation (hypoventilation) begins during sleep and results in an elevation of CO2 levels and a decrease in oxygen levels in the blood (Romaker, 1995). Causes include chest wall deformities such as scoliosis, respiratory muscle weakness, and sleep apnea, either central, obstructive or mixed.

Other contributing factors include smoking, obesity and diminished vital capacity (VC). A diminished VC is common in everyone who is aging. Polio survivors who have impairment of the diaphragmatic and/or intercostal (rib) muscles, or scoliosis, combined with the normal changes due to aging may lose VC at a rate of 60-90% greater than normal, thus exacerbating the development of underventilation (Bach, 1994).

Signs and symptoms include: daytime sleepiness, morning headaches, not feeling rested in the morning, need to sleep sitting up, sleep disturbances (including dreams of being smothered, nightmares, restless sleep, interrupted sleep), snoring, fatigue or exhaustion from normal activities, poor concentration and impaired intellectual function, shortness of breath on exertion, claustrophobia and/or feeling that the air in the room is somehow bad, anxiety, difficulty in speaking for more than a short time, quiet speech with fewer words per breath, use of accessory muscles to breathe, and a weak cough with increased susceptibility to respiratory infections and pneumonias.

An individual experiencing a combination of any of the above should immediately seek a respiratory evaluation by a pulmonologist, preferably one experienced in neuromuscular disease, and possibly a sleep study. When VC declines from examination to examination to a range under 1 L (liter), assistance with ventilation must be considered (Bach, 1994).

Management of underventilation can be achieved through the use of noninvasive positive pressure ventilation. Often nocturnal use is enough to correct the condition. Those who begin using nocturnal ventilation may find themselves gradually adding periods of ventilator use during the daytime. In some cases, invasive tracheostomy positive pressure ventilation may be necessary. Underventilation can be aggravated by the use of oxygen therapy. Additionally, underventilation is a very serious condition which, if ignored and left untreated, can lead to death.

Excerpt from the “Handbook on the Late Effects of Poliomyelitis for Physicians and Survivors” ©1999


LA HIPO-VENTILACIÓN
Con la edad, nuevos problemas respiratorios pueden incidir en los sobrevivientes de la polio y pueden no ser reconocidos, ni por ellos mismos, ni por profesionales en el cuidado de la salud. Los individuos que tuvieron necesidad de un pulmón de acero, o que apenas escaparon al uso de éste durante la fase aguda, deben estar pendientes de problemas potenciales, para evitar la hipo-ventilación y una posible falla respiratoria. Los sobrevivientes que no necesitaron asistencia de ventilación durante la fase aguda, especialmente aquellos con polio espinal alta[1] y que tienen debilidad en la parte alta del cuerpo y/o debilidades en el diafragma, pueden también estar en riesgo.

La hipo-ventilación comienza durante el sueño y resulta en una elevación de los niveles de CO2 [dióxido de carbono] y una disminución de los niveles de oxígeno en la sangre. Las causas incluyen deformidades en las paredes del tórax, tales como la escoliosis, debilidad en los músculos respiratorios, y apnea del sueño[2], ya sea la central[3], obstructiva[4] o mixta (ver Apnea del Sueño).

Otros factores contribuyentes incluyen el fumar, la obesidad y la disminución de la capacidad vital[5] (CV). Una disminución de la CV es común en toda persona que envejece. Los sobrevivientes de polio que tienen una disfunción en los músculos diafragmáticos[6] y/o intercostales[7] (costillas), o escoliosis[8], combinados con los cambios normales debidos a la edad pueden perder CV a una tasa de 60-90% más que lo normal, exacerbando el desarrollo de la hipo-ventilación.

Los síntomas y señales incluyen: somnolencia durante el día, dolores de cabeza matutinos, no sentirse descansado en la mañana, necesidad de dormir sentado, disturbios del sueño (incluyendo soñar que se asfixia, pesadillas, sueño inquieto, sueño interrumpido), ronquidos, fatiga o extenuación en las labores rutinarias, fallas en la concentración y disminución de las funciones intelectuales, falta de aliento cuando se esfuerza en hacer algo, claustrofobia y/o sensación de que el aire en el cuarto está de alguna forma viciado, ansiedad, dificultad en hablar por más de un corto tiempo, tono apagado, con solo unas cuantas palabras por respiro, uso de músculos accesorios para respirar y una débil tos, con susceptibilidad aumentada a infecciones respiratorias y neumonías.

Un individuo que experimenta una combinación de cualquiera de los síntomas antes mencionados debe inmediatamente buscar la evaluación de un neumólogo (ver Pruebas de Función Pulmonar), preferiblemente alguno con experiencia en enfermedades neuromusculares y posiblemente un estudio del sueño. Cuando la CV declina, de examen en examen hasta un rango de 1 litro debe considerarse el uso de ventilación asistida.

El manejo de la hipo-ventilación puede lograrse con el uso de Ventilación con Presión Positiva No-Invasiva [VPPNI o NPPV, in inglés] (ver Ventiladores). Muchas veces el uso durante la noche es suficiente para corregir la condición. Las personas que comienzan a usar ventilación nocturna pueden llegar a requerir aumentos graduales de períodos diurnos de uso del ventilador. En algunos casos, puede necesitarse ventilación con presión positiva invasiva, a través de una traqueotomía. La hipo-ventilación puede ser agravada con el uso de terapia de oxígeno (ver Oxígeno). Adicionalmente, la ventilación disminuida es una condición seria que, si se ignora o no se trata, puede acarrear la muerte.

“Manual Sobre los Efectos Tardíos de la Poliomielitis, para Médicos y Sobrevivientes,” translated by Sergio Augusto Vistrain, Organización Post-Polio México

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